Quizá tienes una foto guardada, una piedra heredada o una idea que solo vive en tu cabeza: “quiero un anillo que cuente nuestra historia”. En un mundo donde muchas joyas se producen en serie, nosotros elegimos el camino artesanal: más tiempo, más manos expertas, más alma.

Así nace tu anillo (versión taller + corazón)

1) Diseño y boceto: ponerle forma a lo que sientes

Empezamos conversando. Nos cuentas qué te inspira (una ola, una montaña, una fecha), qué te gusta y qué no. Con eso, el joyero traza un boceto—en papel o digital—donde define forma, volúmenes, gemas y texturas. Ajustamos proporciones y engastes pensando en las piedras y en tu estilo de vida. Aquí nace el “sí, así lo imaginaba”.

2) Prototipado en 3D: verlo antes de que exista

Con el boceto listo, lo llevamos a 3D. El modelo se puede imprimir en cera para mirarlo desde todos los ángulos y validar medidas.

• ¿Pieza única? Trabajamos con esa cera.
• ¿Varias unidades? Creamos un molde de caucho para replicar el diseño sin perder detalle.

3) Árbol de fundición: del dibujo al metal

Unimos varias ceras a un tronco central formando el árbol de fundición y lo recubrimos con yeso. En el horno, la cera se derrite y deja el espacio por donde entrará el oro fundido. Al enfriar, rompemos el yeso y aparece el árbol en metal precioso. A veces ensayamos primero en plata y luego repetimos en oro.

4) Separación, pulido inicial y engaste: empieza a brillar

Cortamos cada anillo del árbol y lo llevamos al pulido inicial. Después, un pulidor trabaja a mano hasta que la luz corre pareja por toda la superficie. Si hay gemas, entra el engastador, que fija diamantes, zafiros u otras piedras en garras, granos, bisel o carril, según el diseño y el efecto deseado.

5) Repaso y pulido final: el acabado espejo

Revisamos mini imperfecciones y damos el pulido final. Aquí el anillo consigue ese brillo profundo que se nota incluso a la sombra.

6) Rodiado (si es oro blanco): el toque de luz fría

El oro blanco es ligeramente cálido. Para ese blanco radiante, hacemos un baño de rodio después de una limpieza minuciosa. Resultado: tono moderno y acabado espejo.

7) Control de calidad y entrega: listo para el momento

Verificamos talla, engastes y acabado. Sellamos la ley del oro y preparamos la presentación. Cuando lo recibes, no es solo un anillo: es una historia lista para contarse.

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